La interpretación
que le damos al concepto de SUSTENTABILIDAD se encuentra habitualmente viciada
de rasgos contradictorios, repetitiva de contenidos desconocidos y colmada de presunciones
soslayadas.
Independientemente del conflicto de
terminologías sobre si ¿Es SOSTENIBLE o SUSTENTABLE?, el debate sobre la “SUSTENTABILIDAD”
(lo prefiero, por considerarlo más latinoamericano su léxico) es complejo y
abre a futuras discusiones, por ello considero que hay que invitar a re-pensar:
los ejes centrales de los que se vale, los actores que intervienen y sus contextos
y las implicancias y alcances de su
contenido.
Los
ejes centrales o los “espirales en que giran las conjeturas y que sirve
para repeler las dudas” serían la “satisfacción
de las necesidades humanas”, “los límites al crecimiento”, “un nivel de vida”, “las
libertades”. Es decir que, mientras el Informe Brundtland se enfoca solo en
la satisfacción de las necesidades de los hombres (a mi entender suena a “canasta
básica llena corazón contento” o como “una visión limitada de la humanidad”
diría Amartya Sen) otros informes ambientalistas se centran más la conciliación
de la actividad económica respetando los límites de la regeneración del medio
ambiente (no incluyendo el aspecto social).
Mientras que economistas como Robert
Solow hace hincapié en la calidad de vida medida en el mantenimiento de un
cierto nivel de vida otros colegas como Amartya Sen le preocupa la generación y
el acceso de oportunidades para los hombres por medio de la libertad.
Otro ítem para re-pensar es el de los sujetos o actores en los que depositamos
nuestros mejores anhelos para que se reúnan a debatir lo que estamos
planteando, logrando o no llegar a una conclusión y a millones de propuestas y
metas a cumplir. Todo esto siempre y cuando “sus contextos” (escenarios políticos, crisis económicas, etc.) pesen
más en la balanza que las situaciones y el futuro de los países del mundo vamos
a seguir equivocándonos en elegirlos como “la solución”.
Y referido a las implicancias y a los alcances de las palabras que estructuran
el concepto de SUSTENTABILIDAD, ya no entra de forma directa el debate sobre si
la globalización es buena o mala, si es mejor estar en una economía capitalista,
socialista o comunista (en mi caso, no considerando que esté totalmente
superado la polémica), sino que se habla de la integración de las esferas económicas,
sociales y ambientales. Se introduce la economía verde como “nueva posibilidad”
(¿para quienes?, espero que en el futuro no se institucionalice la “gestión de
desigualdades”) y diferenciando el crecimiento del desarrollo se obvia lo que “el
desarrollo” implica… lo dejaremos para una posterior reflexión.
En síntesis, lo que denota el concepto de
SUSTENTABILIDAD del que tanto nos referimos, es más que importante y podemos
hacer referencia a él yendo para otro lado en la praxis. Sin ser el mejor o el
peor concepto de SUSTENTABILIDAD, estructuramos su contenido de la siguiente
manera, sabiendo que el pensamiento del hombre como su entorno evoluciona y que
no nos debemos quedar solo con el concepto sino con el compromiso a cumplirlo
en cada acción.
El concepto de desarrollo sustentable
que consideramos es el que se preocupa por fomentar, preservar y asegurar para
nosotros y para las generaciones futuras un nivel y un modo de vida acorde con
las limitaciones y atributos de la naturaleza, con las capacidades y
necesidades humanas y con las posibilidades y responsabilidades de los
negocios.
¿Y PARA VOS QUE ES LA SUSTENTABILIDAD?
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