Aquí me pongo a escribir
al compás de las fogatas,
que al hombre que lleva en su caminata
los
inicios de un sueño,
como el viento sureño
no encuentra quien lo ata.
Desde este espacio pretendo dar mi
perspectiva de las localidades que vamos a ir visitando con INICIATIVA IMAGINE
por toda la Argentina.
Me pongo los anteojos de un viajero, agarro
los largavistas de un lugareño, luego me saco ambos y me pongo “mis” lentes de
contacto. Y con cada mirada voy armando
estos relatos de lugares visitados, personas conocidas y sensaciones
encontradas…
En
Ushuaia uno fácilmente se la puede confundir con una ciudad de Europa, pero hay
una forma infalible de diferenciar a los lugareños de los extranjeros, de los
argentinos de otras provincias y de otras localidades de Tierra del Fuego que
no sean de Ushuaia.
¿Y cómo
nos damos cuenta? Por como estacionan los autos. ¡Ja! Si, al ser una montaña
rusa de calles, uno se da cuenta de quienes viven todo el año en la ciudad de
quienes solo pasan unos días o meses, solo viendo como doblan las ruedas de los
autos al estacionar. Por más que le pongas freno de mano, lo dejen en cambio,
si prestan atención (nosotros este viaje optamos por hacerlo a pie) verán cómo
es necesario cruzar las ruedas, siendo que hasta en lugares planos lo hacen
igual por costumbre.
Verán
cómo se esfuerza cada vecino para tener la casa y el patio más coqueto y cómo
toda la comunidad está atenta a las necesidades de los viajeros. Tendrán que
llevarse su propia bolsita ecológica a los super o almacenes, ya que no te dan
bolsa de plástico en ningún comercio (es por ley y lo confirmamos en toda la
ciudad).
Y cómo
esta localidad me confirmo que no tengo que salir de mi país para estar en el
“primer mundo” (termino discriminatorio que trataré mencionarlo lo menos
posible). A cuantos les cerraría la boca por hablar gratis y si saber:
- - ¿No sabes lo que vi en la tele anoche? iban a un país que no me
acuerdo como se llamaba, y los peatones se paraban en la calle y los autos
paraban¡¡¡. ¡Vos vieras como los dejaban pasar!... acá llegas hacer eso y te
pasan por arriba, son todos unos animales.
Dijo
yo, porque en vez de ir como un cardumen hacia donde vacacionan todos, apurados
para llegar, apurados para volver, no te das una vuelta por la isla de más
abajo (no me refiero a las Malvinas que por ser argentinas realizaremos su
informe en su debido tiempo), sino en esa provincia que tiene por nombre la
tierra que se encuentra llena de fogatas y fuego entre los hielos.
Lugareños
nos han contado, que ciudades jóvenes como ésta, los niños no tienen abuelos.
Los tienen, pero están desparramados por distintas provincias de la Argentina, porque
estas localidades del fin del mundo necesitaron en su momento de población y la
gente respondió hasta desde el extremo norte del país.
Bueno
los dejo con la reflexión que me ha dicho un lorito y no un pajarito como se
suele decir, el dijo: “Paso a paso, yo siempre me concentro en lo próximo, en
la meta cercana, no en el resultado final”. Y así será, en cada paso dado, en cada
kilometro recorrido y por cada palito amarillo de los sendero que pasemos,
INICIAMOS ESTE VIAJE DESDE EL FIN… DEL MUNDO (USHUAIA).
Cristian
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