Koonex, la anciana curandera de una tribu de
tehuelches, estaba demasiada agotada para continuar caminando hacia el norte.
El invierno estaba próximo y había que buscar lugares donde no faltara la caza
y el frío no fuera tan penetrante. La marcha no se podía detener.
Entendió que debía quedarse, así que hicieron
un toldo con pieles, le dejaron comida para el invierno y se despidió de su
familia. Pasaron muchos soles y muchas lunas hasta la llegada de la primavera y
la visita de los pájaros al toldo en donde estaba Koonex.
De repente se escuchó desde el interior del
toldo la voz de Koonex reprendiendo a los pájaros por haberla dejado sola todo
el invierno. Y contestándoles ellos le dijeron que no había sido su intención
abandonarla, solo que necesitaban ir al norte igual que su familia a buscar
alimento y abrigo.
Tienen razón, respondió Koonex, y por eso a
partir de hoy tendrán alimento en otoño y buen abrigo en invierno, y yo no
quedare sola. Fue así que al soplar el viento los cueros del toldo, en el lugar
en donde se encontraba la sabia curandera se hallaba un hermoso arbusto
espinoso, de perfumadas flores amarillas, que darían frutos de color azul
intenso y sabor exquisito.
Desde aquel mágico
día muchas aves ya no migran más y las que se habían marchado, al enterarse de
la buena noticia, regresaron para probar el novedoso fruto del que quedaron
prendadas para siempre. Es así, que desde aquellos tiempos “el que come
calafate, siempre vuelve”
(Fragmento de la Leyenda del Calafate)
Desde este
espacio pretendo dar mi perspectiva de las localidades que vamos a ir visitando
con INICIATIVA IMAGINE por toda la Argentina.
Me pongo los
anteojos de un viajero, agarro los largavistas de un lugareño, luego me saco
ambos y me pongo "mis" lentes de contacto. Y con cada mirada voy
armando estos relatos de lugares visitados, personas conocidas y sensaciones
encontradas...
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No se
imaginen que hay solo glaciares en El Calafate, sino se quedarán con una parte
de la realidad. Voy a seguir intentando describir como hasta el momento algunas
de las características de este maravilloso lugar, ya que por más que me esmere ni el más fiel relato puede detallar lo que vimos, ni la mejor resolución de
una cámara fotográfica puede captar lo que nuestra retina observo, nuestro
cerebro proceso y nuestro cuerpo experimento.
Con el
perito Moreno como un protagonista primordial de la zona, por su participación
en la determinación de los límites con Chile, por la donación de parte de las
tierras recibidas a la Administración de Parques Nacionales, por haber
bautizado el lago más grande de la Argentina (el lago Argentino), por descubrir
zonas de arte rupestre (Punta Walichu) y por la “otra historia” (la de
Inacayal que ya les contaremos) El Calafate es lo que es.
Sin
entrar en detalle del Parque Nacional Los Glaciares considerado por la UNESCO
como patrimonio natural de la humanidad (comentaremos sobre él cuando nos
enfoquemos a “lo natural” de la Argentina), esta localidad cuenta con diversos
atractivos naturales y culturales que lo sorprenderán.
De
tener en sus orillas el majestuoso Lago Argentino, centros de interpretación de
flora y fauna como Casa Verde y la Laguna Nimez, centros históricos y
culturales con paisajes, leyendas y arte rupestre en Punta Walichu, también
tuvimos un mini-terremoto y un incendio en el bosque que duro aproximadamente 3
días (hay que tomar conciencia de lo que implica estar en esta localidad). Y por todo eso es seguro que no va a ser necesario que se cumpla la
leyenda del fruto del Calafate para volver.
El
calafate si no lo comentamos aún (es a propósito) es la capital de los glaciares
y no por ser malos pero hasta el momento no hemos escrito sobre esos relámpagos
congelados en el tiempo, y así queremos que sea... me explico: queremos que no
basen sus visitan en los atractivos tradicionales, que no se queden con el
paseo del estacionamiento hasta las pasarelas con cámara en mano y amontonados
por tomar “la foto”.
Existen
muchas alternativas y nuestra iniciativa (Iniciativa Imagine) trata de rescatar
y darle otra oportunidad a las acciones aisladas, a esas ideas comprometidas, a
esas personas que en el día a día trabajan para cuidar y cambiar positivamente
el entorno en donde se encuentran. Vamos a demostrar que las “experiencias” comprometedoras, tanto
por el lugareño o por el operador turístico de la zona como por parte del turista, son
mucho más enriquecedoras que las visitas guiadas exprés.
El
tiempo y nuestro esfuerzo serán los jueces…